La ceguera inventada





2004-2006

Fotografía (diversos formatos),
vídeo e instalación.


El braille inscrito en la yema de los dedos. El código es parte del órgano. La percepción se hace huella y la huella tiene capacidad de sentir. La piel es el soporte del mensaje. Los párpados son ventanas que permiten interrumpir el canal de información que usa la luz. Los párpados como obturador que contiene la huella.

La vista, el medio más significativo que utilizamos para reconocer la realidad, se ha convertido en un sentido que, por explícito, nos insensibiliza. Puede afirmarse que de tanto ver ya no vemos nada. Esta negación de la mirada es producida por la avalancha de las imágenes que fabrica la sociedad del espectáculo (los mass-media, la cultura de masas, la religión, la política, etc). El exceso de visión conduce a una ceguera por saturación, por incapacidad de digerir la información mediática y por anulación del análisis crítico-reflexivo. En palabras de Serge Daney; “estamos ciegos en la hipervisibilidad del mundo”.

La ceguera inventada explora las relaciones entre el modelo de percepción visual privilegiado por la sociedad contemporánea y la formación de la identidad del sujeto. Para ello toma en cuenta los cambios surgidos en el momento que el individuo asume los paradigmas impuestos por la cultura de masas para establecer un modelo de percepción y experimentación sujeto a un patrón establecido. Las obras intentan establecer vínculos de carácter poético entre los conceptos: percepción-identidad-memoria, intentando cuestionar, desde esta perspectiva, los sistemas de representación de la realidad y los modos de transmisión de conocimiento donde predomina lo visible.

El proyecto se apoya en el desarrollo de uno textos que aparecen implícitos en las propias piezas, si bien son ilegibles para el espectador por encontrarse codificados mediante alfabeto braille (alfabeto utilizado por los ciegos para leer y escribir). En este sentido se desarrolla la paradoja: obras visuales imposibles de descifrar por el espectador vidente que también son imposibles de descifrar para el espectador ciego, ya que el braille de las piezas no puede ser tocado. Este proceso de codificación-descodificación implica el esfuerzo del espectador en la aproximación de la obra, ofreciendo cierta resistencia a la inmediatez de lo visible.

El resultado es una especie de mutación poética o metamorfosis corporal dependiente de un ficticio proceso adaptativo que, ante la saturación del ojo, desarrolla una optodermia (visión mediante el tacto) en la cual el propio órgano sensitivo es, a la vez, el código del mensaje.

La ceguera inventada es un proyecto de carácter multidisciplinar, compuesto por fotografías, vídeos e instalaciones. Tiene su inicio a finales del 2004, presentándose en una primera exposición en la Escuela de Arte de León durante mayo de 2005. Ese mismo año recibe una Beca VEGAP de la fundación Arte y Derecho. En febrero de 2006 dos obras son seleccionadas para participar en la I Bienal de Arte Contemporáneo ONCE celebrada en el Círculo de Bellas artes de Madrid.