Versiones Incompletas

La Materialización de la Comunicación

Siempre hay algo resbaladizo e inasible relacionado con la comunicación humana. Nuestras palabras parecen siempre desvanecerse, y el tiempo siempre se encarga de que incluso nuestras manifestaciones más contundentes serán olvidadas. La escritura es una herramienta que se ha inventado el ser humano para intentar combatir esta caída al abismo. A través de diversos lenguajes –visuales o textuales– intentamos retar lo efímero de la existencia humana y conservar para el futuro nuestras palabras.

En Versiones Incompletas, el artista Jose Luis González Macías intenta materializar el acto comunicativo, hacerlo más tangible, para encontrarse paradójicamente con su inevitable destrucción. Combina artefactos contemporáneos –video proyectores y ordenadores– con otros más obsoletos, como puede ser un megáfono o una antigua máquina de escribir. Mezcla además nuevas tecnologías con elementos naturales. El resultado es un sugerente grupo de instalaciones que siempre vuelven a lo mismo: la identidad y el lenguaje, o dicho de otra forma, la imposibilidad de aprehendernos a nosotros mismos a través del lenguaje.

En Metamorfosis del Mensaje, nuestras palabras proyectadas quedan destruidas cuando chocan con la pantalla. Visualizamos nuestras palabras, pero solo en el momento de su destrucción. Reescribiendo huellas colectivas subraya este desmoronamiento del lenguaje: a medida que escribimos sobre una máquina de escribir, la hoja queda triturada. Estas obras funcionan como un verdadero vanitas barroco, recordándonos que todo intento de dejar nuestra huella está abocado al más rotundo fracaso.

La instalación Diálogo Interior nos invita a conocernos a nosotros mismos a través de nuestro reflejo. Cuando miramos el interior de un balde metálico lleno de agua no nos encontramos con nuestro rostro, sino con nuestras espaldas. Una cámara nos observa desde fuera y proyecta desde el interior de la peana que levanta el balde metálico la parte trasera de nuestra cabeza. Al final, vuelve el espejismo del lenguaje. Tanto imagen como palabra nos acaban siempre por introducir en un laberinto comunicativo en el que cada vez parecemos alejarnos más de nosotros mismos.

En esta investigación, la naturaleza parece esconder una sabiduría que trasciende las limitaciones de la comunicación humana. Intervención sobre discursos ancestrales es un bosque invertido que nos habla al tocarlo. Si el Romanticismo quiso escaparse de la tecnología industrial, aquí la tecnología dialoga directamente con la naturaleza y la utiliza como interfaz. Es la pieza más táctil de todas las presentes en Versiones Incompletas, y la única que no utiliza la imagen para comunicar, gesto que me parece significativo. Quizás con Intervención sobre discursos ancestrales podemos comenzar a aceptar que nuestras palabras, por mucho que intentemos materializarlas, están destinadas a unirse a un bosque colectivo de susurros anónimos.

Daniel Canogar, enero 2008.