S.A.706.





S.A.706.
(Versiones incompletas)
(2007)


Instalación interactiva.
Vídeo, audio y programación.
Ordenador y proyector.
Software: Isadora.



“Si en el espacio simbólico de la ciudad, el tiempo se acelera, las distancias se diluyen, el interfaz se generaliza, se precipita la inercia, lo sólido tiende a líquido, toda experiencia posible se transforma en espectáculo y éste toma forma de simulacro virtual, entonces, el espacio de representación es ocupado con narraciones fragmentadas, bucles visuales, sucesiones aleatorias, versiones incompletas que recuerdan que la figura del espectador forma parte de la obra”.


“S.A.706.” es el número de un antiguo vagón de tren situado en el Museo del Ferrocarril de Gijón donde se instaló esta pieza dentro del marco de la exposición “Con billete de ida y vuelta”.

El pasillo del vagón, lugar donde se desarrolla la acción, queda oculto para el espectador y sólo puede visualizarse a través de su representación en la pantalla (la propia proyección es la que tapa el espacio físico representado). Sobre la imagen del pasillo aparecen diversas escenas de películas cinematográficas relacionadas con los trenes que se mezclan, a intervalos irregulares, con imágenes de los espectadores que, capturadas a través de una cámara, son insertadas en tiempo real.

La obra indaga en las posibles historias sucedidas dentro del vagón cuando éste estaba en uso, situándolas en un contexto de ficción. La narración no se produce linealmente sino que se articula de forma fragmentada, con bucles aleatorios formados por distintas tramas de imagen y sonido. Las secuencias suceden y se combinan de tal forma que la totalidad de la escena nunca se repite.

El resultado remite al flashback y al flashforward cinematográfico, al alterar la continudad cronológica, conectando momentos diferentes que trasladan la acción desde el presente hacia el pasado o el futuro hipotético. Semeja a un movimiento de retrospección-anticipación constante sostenido por la presencia de la imagen del espectador que otorga unidad a la escena.

Para cerrar la obra (o complicarla), existe un libro en el vagón a disposición del público titulado “Versiones incompletas”. El manuscrito se inicia con un relato inacabado sucedido en el vagón un tren y pide al espectador que continúe escribiendo la historia dentro del propio libro.